FutureWater colaborará este verano en un Curso de Verano en la Universidad Politécnica de Cartagena, sobre herramientas para anticipar, diagnosticar y adaptarse a las alteraciones hidrológicas ligadas a escenarios de cambio global. FutureWater expondrá a los asistentes los diferentes metodologías para llevar a cabo sus estudios en este campo, entre otros en Argentina. También participará en una visita de campo en la cuenca del Segura, donde se demostrará la problemática y las posibles soluciones para reducir los impactos en el medio ambiente.
Aparte, el curso será impartido por investigadores del Grupo de I+D Gestión de Recursos Hídricos (UPCT), del CSIC-CEBAS, Confederación Hidrográfica del Segura (MAGRAMA), de la empresa EVREN, y de la Pontificia Universidad Javeriana (PUJ), Bogotá, Colombia. Por lo tanto, se presentarán diversas experiencias en España, Argentina y Colombia. El curso es del 10 hasta el 12 Julio, 2013.
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Esta entrada de blog apareció en el portal iagua.es para divulgar el curso:
Cambio climático e hidrología: herramientas clave para conocer los impactos y evaluar estrategias de adaptación
El cambio climático (aumento generalizado de temperaturas) tendrá un impacto relevante sobre los balances de agua y los procesos hidrológicos de nuestras regiones según las predicciones y conclusiones realizadas por el grupo de expertos del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) y los últimos avances científicos en la materia. Los modelos pronostican, y en general existe un amplio consenso al respecto, que el aumento de la temperatura a escala global incrementará las tasas de evaporación y de deshielo de los glaciares y los casquetes polares lo que provocará modificaciones en los patrones de precipitación y de humedad en la atmósfera, así como alteraciones en las descargas hídricas de los ríos y la cantidad de agua almacenada en los suelos. Estas afecciones resultarán en una mayor recurrencia y severidad de los eventos meteorológicos extremos (inundaciones y sequías) poniendo en riesgo la sostenibilidad de nuestros sistemas productivos, la seguridad alimentaria, y la provisión de gran parte de los servicios ecosistémicos vinculados con el agua.
La magnitud y signo de de los impactos hidrológicos asociados al cambio climático dependerá de la región en consideración. En muchas regiones semiáridas de América, Asia y África del Sur, y en general en la cuenca del Mediterráneo, las predicciones apuntan hacía una reducción de la descarga de los ríos y un aumento de periodos con escasez de agua. Esta situación incrementará las demandas de agua subterránea y los niveles de sobreexplotación de los acuíferos limitando la capacidad de los mismos para hacer frente a situaciones climatológicas adversas.
Los cambios hidrológicos inducidos por la alteración del clima afectarán directa o indirectamente sobre las actividades humanas especialmente en lo que se refiere a la agricultura. El aumento de las precipitaciones en el centro de Argentina ha promovido el reemplazo masivo de bosques secos en agricultura provocando la salinización de suelos y aguas subterráneas, y cambios repentinos en la hidrogeomorfología de algunas cuencas. En Asia Central, los grandes ríos cordilleranos que atraviesan los oasis de riego al sur del Mar de Aral, en la actualidad muy afectados por el deshielo de los glaciares de alta montaña, verán disminuidos sus caudales en el medio/largo plazo y la naturaleza y origen de las descargas. El deshielo de los casquetes polares y los glaciares de alta montaña explican gran parte del aumento actual del nivel del mar lo que pone en riesgo la integridad de los ecosistemas deltaicos y de los grandes bancos de pesca.
Los impactos hidrológicos inducidos por el cambio climático puede resultar es desequilibrios e inestabilidades sociopolíticas de gran calado. El deshielo de glaciares en regiones con escasa capacidad de almacenamiento y regulación puede favorecer indirectamente a regiones con mayor nivel de desarrollo aguas abajo. O al contrario: el aumento de temperaturas puede favorecer la implantación de oasis de riego en las regiones más frías limitando el desarrollo de las sociedades de aguas más abajo. En este sentido, es previsible que los límites de la agricultura migren hacía cotas de mayor altitud en detrimento, y favoreciendo el abandono de las tierras bajas.
Existe un amplio rango de estrategias de adaptación para hacer frente a los efectos del cambio climático. Las medidas pasan por la adopción de mejores prácticas de uso de la tierra y de gestión del agua en los sectores agrícola, industrial y urbano. La adopción de estas medidas reducirá la vulnerabilidad de nuestras sociedades frente a los cambios en el balance de agua y la llegada de eventos climáticos extremos.
En la actualidad disponemos de una gran variedad de metodologías y herramientas que nos permiten identificar y mejorar nuestro conocimiento sobre los procesos hidrológicos inducidos por el cambio climático, a la vez que nos ayudan a evaluar qué estrategias de adaptación debemos adoptar.
La Oficina Española de Cambio Climático centraliza gran parte de las actividades que sobre cambio climático se realizan en nuestro país. En su página web se encuentra documentación de gran interés con las bases científico-técnicas sobre las que se asientan la Estrategia Española de Cambio Climático y el Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático. La cooperación UE-América Latina para la definición de las directrices de acción respecto del cambio climático se canaliza a través del proyecto europeo ENSOCIO-LA, mientras que otros proyectos nacionales financiados por el Ministerio de Economía abordan la problemática de la adaptación a los impactos hidrológicos inducidos por el cambio climático.